Docus: Cine de no ficción

Blog sobre cine de no ficción.
Universidad de Antioquia
Por: PhD Alejandro Cock (Docente-investigador-documentalista)

Erol Morris y The thin blue line

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THE THIN BLUE LINE (LA DELGADA LÍNEA AZUL) DE ERROL MORRIS

Por Isabel Vargas. Estudiante de Comunicación Audiovisual U de A.
La Delgada Línea Azul (The thin blue line) es un documental realizado en el año de 1988, que retrata la polémica historia del asesinato del oficial de policía de Dallas, Texas, Robert W. Wood, en 1976. El título de la película surge del concepto que representa a la policía como la delgada línea azul que separa a la sociedad de la anarquía.
El documental es, en cierto sentido, tradicional. Errol Morris va descubriendo un mundo lleno de misterio y de intriga, permitiendo hablar a cada una de las partes; uno a uno hablan los testigos, la policía, los jueces, los agentes, los culpados y los culpables. Morris realiza una investigación que se desarrolla a medida que la película avanza, presentando testimonios y evidencias, intercambiando las entrevistas y volviendo a la reconstrucción de los hechos, abordando cada vez una nueva perspectiva en la representación de estos.
Uno de los aspectos principales de la película es la forma como los acontecimientos se representan. Morris parte de una primera puesta en escena que recrea el momento en que dos policías detienen en la vía a dos sujetos por conducir un vehículo sin luces delanteras; uno de los policías se dirige hacia el carro detenido y en el momento en que este se acerca a la ventana, le disparan cinco veces. Este es el momento crucial y determinante del documental, a partir del cual se arman los hechos con la indagación de los eventos del crimen - con pocos datos de primera mano al principio - que sirven para caracterizar la sistemática y cuestionable justicia de Texas.
Un sospechoso fue detenido y condenado a muerte por el asesinato del oficial Wood, gracias a la declaración de un menor de edad, llamado David Harris, y en la de otros testigos que aparecen posteriormente y que colaboran con la versión dada por Harris. El sospechoso, más conocido como Randall Adams, comenta detalle a detalle lo sucedido aquella noche, afirmando, que de no haber subido al coche de Harris y establecer una corta relación que consistió básicamente en ir a ver una película, tomar cerveza y fumar marihuana, él no estaría tras las rejas. Su testimonio atrae al espectador como un imán que le impregna fuerza y credibilidad a sus palabras.
David Harris testificó en el juicio que él era el pasajero en el coche robado y que fue Adams quien cometió el asesinato; más tarde él se retractó de este testimonio, pero aun así no reconoció su culpabilidad ante un establecimiento judicial y nunca fue acusado del asesinato del oficial Wood; curiosamente, en el 2004, Harris sería ejecutado por un asesinato que cometería durante un intento de secuestro.
La reconstrucción de los acontecimientos sirve para saldar, en buena medida, las dudas que quedaron abiertas tras el veredicto de culpabilidad de Adams; el resultado del documental sirvió para que se le abriera un nuevo juicio y para que más tarde fuera liberado, demostrando con esto, la poca eficacia con la que a veces actúa la policía y el sistema judicial de Texas.
Morris hace parte de la renovada forma del documental norteamericano, es uno de los primeros responsables del surgimiento de un nuevo estilo, reconocido como contemporáneo, caracterizado por la reconstrucción atípica de los hechos sin recurrir a la narración para guiar al espectador y donde cada plano es una imagen compuesta y estática. La delgada línea azul aporta al género la puesta en escena, no propia del documental, como recurso para la reconstrucción de los hechos, la cual le da claridad a la situación; el uso de la banda sonora (por Philip Glass) recrea una atmósfera, que intensifica el misterio y la intriga que se vive a medida que avanza la película, la cual tiene un verdadero carácter de pesquisa policial, que evidencia en Morris una gran habilidad para extraer de sus entrevistas declaraciones sorprendentes.
Lo más llamativo de la película es su veracidad. Podríamos pensar que cada versión de los hechos ha sido ensayada, pareciera que cada nueva representación apuntara al hecho de convencernos y de hacernos concluir que Harris es el verdadero culpable. También podríamos decir que el punto de vista del director, no es en ningún momento objetivo, pues la reconstrucción de los hechos es en sí una ficción, pues esta estará influenciada por los propios prejuicios, valores y creencias. Sin embargo Morris siempre rescata la veracidad, independientemente de los elementos que este use para demostrarla, como lo fue el uso de la cinta de audio de la entrevista hecha a Harris para establecer finalmente la verdad.
Hay tres líneas básicas que traza Morris en su documental: En primer lugar, el núcleo de la narración se la dejó a los participantes en las entrevistas, con una cámara estática, y cuidadosamente colocada frente a cada uno; En segundo lugar, Morris muestra piezas reales, pruebas documentales (la escena del crimen fotos y diagramas), informes periodísticos, ilustraciones, reporteros en el Tribunal de Juicio; Y en tercer lugar, la forma como cada uno de los entrevistados proporciona diferentes perspectivas sobre el asesinato, vemos una recreación de los acontecimientos, cada uno sumando o restando nuevos detalles basados en lo que se acaba de escuchar por parte de cada uno.
Morris cuenta con una gran habilidad para entrevistar. Vemos con claridad los dos retratos que nos hace de sus protagonistas: Harris, quien rápidamente nos deja claro que es mucho más probable que él sea el responsable de la muerte del oficial Wood, aparece ante la pantalla como alguien inteligente, muy amable y cortés a pesar de la cadena de crímenes que lo rodean; después está, Randall Adams quien con mucha desesperación y precisión nos cuenta una y otra vez su historia y expone todos los fallos en el procedimiento de la versión de los hechos, denunciando al tiempo, todo lo que ha vivido en el periodo que lleva en la cárcel. Ambos retratos son altamente reveladores, evidencian claramente la riqueza de su construcción.
Morris denomina su película como el primer film noir de no ficción, pues sus recreaciones atmosféricas tales como la iluminación, la forma de tragedia griega, la sensación que crea en el espectador, de sentirse impotente y no poder hacer nada frente a algo que avanza hacia el desastre, retoman en la escena su visión de la historia como un film de esa categoría.
Gracias a La Delgada Línea Azul y al ingenio de Morris, a Randall Adams se le abre un nuevo juicio luego de ser estrenada la película en 1989, en el que se comprueba su inocencia y finalmente, tras haber pasado doce años en la cárcel, Adams es puesto en libertad.

Algunos links para ampliar la información:
www.errolmorris.com
www.journeyofhope.org / pages / randall_dale_adams.htm www.errolmorris.com/film/tbl.html
www.wpr.org/news/errol%20morris%20iv.cfm
www.wikipedia.org/wiki/the_thin_blue_line
www.documentaryfilms.net/reviews/thinblueline/
www.philfilms.utm.edu/1/thin.htm
www.cinephobia.com/thinblue.htm
www.errolmorris.com/content/review/tb/_ebert.html